Patrono de nuestra Diócesis de Veracruz
La grandeza de San José consiste en el hecho de que fue el esposo de María y el padre de Jesús. <<Entró en el servicio de toda la economía de la encarnación>> como dice San Crisóstomo.
José vio a Jesús progresar día tras día <<en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres>> (Lc 2, 52). “Él le enseñó a caminar, y lo tomaba en sus brazos: era para él como el padre que alza a un niño hasta sus mejillas, y se inclina hacia él para darle de comer” (cf. Os 11, 3-4).
Jesús vio la ternura de Dios en José: <<Como un padre siente ternura por sus hijos, así el Señor siente ternura por quienes lo temen>> (Sal 103, 13). La ternura es el mejor modo para tocar lo que es frágil en nosotros.
José, en su papel de cabeza de familia, enseñó a Jesús a ser sumiso a sus padres, según el mandamiento de Dios (cf. Ex 201,12).
Bajo la guía de José, Jesús aprendió a hacer la voluntad del Padre.
Todos estos acontecimientos muestran que José <<ha sido llamado por Dios para servir directamente a la persona y a la misión de Jesús mediante el ejercicio de su paternidad; de este modo él coopera en la plenitud de los tiempos en el gran misterio de la redención y es verdaderamente “ministro de la salvación”>>
FUENTE: Carta Apostólica “Patris Corde”
Del papa Francisco