
HAY QUE VIVIR CADA DÍA CON INTENSIDAD, CON INTEGRIDAD
Evangelio Mt. 23, 23-26
25 de agosto del 2020
Amados hermanos.
Esta denuncia que hace Jesús, a los escribas y fariseos, perfectamente nos la podría hacer a nosotros, cuando muchas veces caemos en vivir una religiosidad superficial, sin un compromiso auténtico desde nuestro interior.
Hay veces, se escucha que hay gente que se conflictúa mucho, si recibe la comunión en la boca, si la recibe en la mano, si no se puede indicar; y nos centramos mucho en esos signos externos y no nos damos cuenta que lo que más importa es entrar en comunión con Cristo.
Quizá, ahora que la mayoría de la gente está guardando ayuno eucarístico, ayuno físico de no poder comulgar, pues alguno podría decir, entonces yo ya no estoy comulgando. Si puedes seguir comulgando con Cristo, y ahora en este tiempo de ayuno eucarístico es cuando más puede purificar esa comunión con Dios. Porque a veces, cuando comulgamos a Dios, podemos caer en la tentación, sí estar comulgando físicamente a Dios, pero no comulgar con Él en espíritu y en verdad.
Y creo que ahorita es un tiempo donde se nos invita, donde Dios tiene sus planes, Dios nos invita a purificar, precisamente esa comunión con Él, a entrar en una verdadera y auténtica comunión con Él.
Así como no se puede decir que un matrimonio vive como matrimonio simplemente porque viven en el mismo techo; pueden estar cómo perros y gatos, no viven en comunión. O unos religiosos o religiosas, que aparentemente viven en la misma comunidad, pero también viven como perros y gatos, desunidos, no viven bajo una misma alma y un solo corazón dirigidos hacia Dios.
Y esto es lo que denuncia Jesús, esta incoherencia, esta falta de integridad en la propia existencia, cuando nosotros decimos una cosa y hacemos otra.
Él criticaba mucho, como era muy fácil pagar el impuesto de estas especies; pero eso sí, cuando había que ayudar al prójimo, escucharlo, atender al que era pobre, al que estaba enfermo, pues inmediatamente se daban la media vuelta.
Por eso, el Señor, nos invita a vivir en su misericordia, la justicia, la fidelidad. A veces queremos purificarnos mucho por fuera, nos limpiamos cuando nos ensuciamos, inmediatamente vamos y nos limpiamos, pero a veces cuando andamos manchados por dentro, es decir, hemos tenido actitudes que no son buenas, en vez de purificarnos, limpiarnos por dentro, pues seguimos con esas actitudes, con esas conductas que nos hacen daño y hacen daño a los demás, esa es la coherencia a la que nos invita hoy el Señor, a luchar en contra de la incoherencia.
Nosotros tenemos constantemente muchas incoherencias en nuestra vida. Tenemos que dejarnos guiar por la luz del Evangelio, para ver qué incoherencias estoy viviendo, que me impide vivir en una auténtica y profunda comunicación y comunión con Dios.
Otras cosas que también nosotros buscamos, a veces buscamos en lo religioso, signos extraordinarios. Por eso, hoy está de moda toda la magia y la hechicería, esoterismo, porque en el fondo estamos buscando soluciones mágicas, fáciles; en el fondo hay una fantasía dentro de nosotros. Y ahora con esta situación que estamos viviendo, sobre todo las noticias que vemos, que ya se incendió esto, que ya se está descongelado el polo norte, que hay mucha violencia en tal sitio, que hubo temblor en otro lugar, pues a veces se levantan voces catastróficas.
Estos milenaristas que siempre han existido a lo largo de la historia de la Iglesia, esa gente que dice que ya viene el fin del mundo.
Recordemos lo que nos dijo Jesús, <<nadie sabe ni el día ni la hora>>, y vendrá como un ladrón, ni nos enteraremos.
Entonces, también esos profetas del mal, esos profetas de las desgracias. Por qué criticaba a algunos de la comunidad Tesalónica, pues porque decían: ¡ah! Mañana ya es el fin del mundo, entonces comamos y bebamos que mañana moriremos, simplemente dejémonos llevar y aprovechemos.
Hay que vivir cada día con intensidad, con integridad.
Pidámosle al Señor que nos motive en estos días, en este día concretamente a vivir con toda coherencia e integridad nuestra vida.
Que así sea.