Amados hermanos.
Hoy, estamos celebrando la exaltación de la Santa Cruz. Y es un día para recordar lo que significa la cruz para nosotros.
Y significa tres cosas:
En primer lugar. Nos recuerda el gran amor que Dios nos tuvo, que no solamente se encarnó, sino que, dio su vida por nosotros a través de la cruz.
Por eso, la cruz nos debe de recordar siempre, aunque nos acostumbremos a ella, ese gran amor que Dios nos tiene, ese amor que no escatimó Dios, en entregar a su propio Hijo, por nuestra salvación.
Quizá estamos tan acostumbrados a contemplar la cruz, que a veces no valoramos el amor que Dios nos manifiesta a través de la cruz.
Hoy, es un día para que nos paremos a reflexionar, cómo nos ha amado Dios.
En segundo lugar. Todos tenemos que cargar con cruces a lo largo de nuestra vida: duelos, frustraciones, situaciones difíciles, en el trabajo, con los demás, en el mundo, por la pandemia, etc.
Hoy, se nos invita a que todas esas cruces que nos encontramos en el camino de nuestra propia vida, las carguemos, no desde nosotros mismos, sino desde Cristo. Que las asumamos uniéndonos a la cruz de nuestro Señor Jesucristo, pidiéndole que sea Él que nos ayude a cargar con nuestra propia cruz y a llevarla hacia adelante.
En tercer lugar. Hoy, también, es un día para que contemplemos a otras personas que llevan sus cruces, porque desgraciadamente, a veces, viven la cruz y esa cruz las está aplastando. Es una invitación que hoy día, Dios nos hace, para que seamos como el Cirineo, que ayudemos a otros a cargar con su Cruz.
Hermanos.
Ojalá que sepamos valorar esa cruz. Así como fue levanta la serpiente en el desierto y curó a todos los que la veían, así, le dice Jesús a Nicodemo, será exaltado el hijo del hombre, para que todo el que crea en él, tenga vida eterna.
Por eso, hermanos, contemplemos el amor de Dios, contemplemos que ese amor de Dios también nos da fuerza para cargar con nuestra cruz y finalmente ayudemos a otros a cargar con sus propias cruces.
Que así sea.