OBISPO PARA LA DIÓCESIS DE VERACRUZ

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El pasado 10 de enero se llevó a cabo la Celebración Eucarística por el inicio del Ministerio Episcopal de Mons. Carlos Briseño Arch, de la Orden Agustinos Recoletos.

Mons. Carlos Briseño sería ya el IV Obispo de nuestra Diócesis de Veracruz.

A este gran evento e importante para los veracruzanos estuvieron presentes autoridades eclesiales con gran significado para nosotros los católicos. El Nuncio Apostólico Franco Coppola, quien con su presencia manifestó la comunión con el Papa, llevando a cabo todo el rito realizado sobre la Toma de Posesión Canónica de Mons. Carlos Briseño. Cardenal Carlos Aguiar Retes, Cardenal Norberto Rivera Carrera y nuestro muy querido cardenal veracruzano, Sergio Obeso Rivera. Obispos de las diferentes diócesis de México,  Sacerdotes, religiosos, religiosas y seminaristas.

Mons. Carlos agradeció a las autoridades civiles por su presencia y a aquellos que tienen un papel relevante en la ciudad de Veracruz, y poniéndose en comunión con ellos, les dijo, cuenten con mi persona y mi apoyo en todo lo que contribuya al bien común, al fomento de la paz y de la fraternidad para el pueblo de Veracruz.

Ante la asamblea expresó que, llegó con gran alegría y entusiasmo sintiéndose instrumento de Dios para servirnos y continuar el trabajo realizado por los tres obispos anteriores, Mons. José Guadalupe Padilla Lozano, Mons. Luis Gabriel Cuara Méndez y de manera muy especial  mencionó a Dn. Luis Felipe Gallardo a quien agradece su apoyo y su acogida. Finalmente agradeció a los Obispos de la Provincia de Xalapa quienes lo han acogido desde un principio con gran fraternidad, en especial al Mons. Sergio Obeso.

Mons. Carlos dijo que no viene a emprender un camino nuevo, sino a continuar con el trabajo que lleva la diócesis. No vengo a restar, dijo, sino acompañarles a todos ustedes sumando esfuerzos. Cada uno de ustedes son importantes y todos podemos colaborar para construir el reino de Dios en estas bellas tierras de Veracruz.

Nadie es tan pobre que no tenga algo qué dar, ni tan rico que no necesite de los demás. Todos necesitamos de todos.

Como pastor quisiera acompañar a todas las familias, en especial aquellas que sufren la pobreza o la violencia. Deseo que todos los bautizados de Veracruz, que no han tenido un encuentro profundo con Cristo, lo tengan, para que se conviertan en verdaderos discípulo, y como en consecuencia en misioneros, propagadores de la caridad de Cristo, para que llenen su vida de luz, de esa luz de Cristo, y que ilumine a todos los moradores de estas tierras veracruzanas.

Sueño que nuestra tierra se convierta en un faro de luz, que irradie el resplandor de Cristo por todo el mundo. Por eso en mi escudo puse un faro de luz, el faro de aquí, que es un ícono de esta ciudad.

Soy consciente que mi labor no la puedo realizar sin la ayuda de mis colaboradores más cercanos que son, los sacerdotes y también los seminaristas, así como los religiosos y las religiosas.

Por eso es imprescindible el apoyo de ustedes queridos laicos, para que den testimonio de su fe, y verdaderamente lleguen a ser luz, ahí donde conviven con sus familias, en su trabajo, en todos los ambientes donde les toca actuar, y así se conviertan en luz, en esperanza, en amor para los demás.

Antes de finalizar su discurso ante la asamblea, pidió a cada uno de los presentes que se tomarán un minuto para orar por él, porque está convencido que la oración es la fuerza del hombre y la debilidad de Dios.

La Diócesis de Veracruz recibe con gran alegría a nuestro nuevo Pastor y guía, Mons. Carlos Briseño Arch, OAR.