MENSAJE DE CUARESMA 2024

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Queridos hermanos:

La Cuaresma es un regalo que Dios nos da para que podamos vivir bajo las alas del Espíritu, volar muy alto y vencer el mal que nos rodea.

El mal lo estamos experimentando en la polarización que produce profundas heridas en los corazones de muchos, zanjándose como verdaderas trincheras, separándonos cada vez más, viviendo sin paz, sin fraternidad, viéndonos como enemigos, como adversarios, derramando sangre que clama al cielo, una guerra vivida a pedacitos, como dice el Santo Padre, el Papa Francisco.

¿Dónde está tu hermano? (Cfr. Gen 4, 9).

El hombre que se deja impulsar por el Espíritu de Dios, adquiere la capacidad de ser un buen samaritano que cura las heridas del desvalido y que se lo echa a cuesta tomando la responsabilidad hasta de pagar la cura de las heridas que no ha provocado, como Cristo ha hecho por todos. El Espíritu nos hace poder vencer el mal, a fuerza de bien, a fuerza de amor generoso, incondicional y osado.

Si conociéramos el amor que Dios nos tiene, si nos amaramos como Dios nos ama, seguramente nuestra vida sería más vida, más plena, colmada de profunda felicidad, de libertad auténtica. La vida, la libertad y la verdad nos han sido dadas por Aquel que nos amó y se entregó por nosotros.

Sólo el que se experimenta amado gratuitamente, se hace capaz de abrirse al llamado, a la conversión. Dios ama a los que más lo necesitan, aunque no tengan mérito.

En esta Cuaresma carguemos sobre nosotros la responsabilidad de nuestros hermanos, ofreciendo al Padre nuestro, que está en los Cielos, nuestra oración, nuestra caridad, nuestra abnegación, para que haya fraternidad, justica y paz.

Oración por la reconciliación y la paz en México. Oración que surja como signo de reconciliación y no de polarización. Voz que clama al Cielo intercediendo por todos, en especial por los que más lo necesitan. Silencio que evita cualquier lenguaje que suene a agresión. Respetar los pensamientos de cada persona. Que cada quien se manifieste según su conciencia y evitando atacar a quien está marcado por el “pecado” de ser distinto. Vivamos y miremos con ojos de fe. Todos somos hijos, Dios nos ama a todos, nosotros seremos hijos de Dios, si somos semejantes en todo a Él.

Un ayuno que se convierta también en oración y limosna. Quien ora, que ayune; quien ayuna, que se compadezca. (Cfr. De los sermones de San Pedro Crisólogo, obispo y Padre de la Iglesia. (Sermón 43: PL 52, 320. 322).

La mejor limosna será darte a ti mismo, tu precioso tiempo. Tu entrega dará mucho fruto. Reduce el uso de los medios, de las redes sociales, pasa más tiempo con los otros, reduce el aislamiento. Busca la reconciliación, la unidad es querida por Dios, porque nos asemeja a Él, porque nos colma como a Él, porque nos libera de la ansiedad y el sinsentido.

Por último, agradezcamos a Dios por todos los dones recibidos. Por los 500 años de la llegada de la evangelización a nuestras tierras por la Vera Cruz, puerta de la fe, los cuales celebraremos el día 1 de junio del 2024 con un Congreso Eucarístico Diocesano. Ahí se promulgará el Nuevo Plan de Pastoral Diocesano que actualmente está en revisión por los diferentes agentes de pastoral de nuestra iglesia diocesana.

Agradezcamos también los 60 años de fundación de nuestro Seminario San José, que a lo largo de estos años nos ha dado sacerdotes con corazón de pastor y olor a ovejas, como dice el Papa Francisco. Y tengamos presente que el próximo 16 de marzo nuestro Seminario abre sus puertas, como quien abre el corazón de la Iglesia, para celebrar con todo el pueblo santo de Dios, la kermés, que es una fiesta de encuentro y apoyo en sentido muy amplio a nuestra amada casa de formación sacerdotal.

Y, por último, damos gracias a Dios por la ordenación de tres nuevos presbíteros que, -Dios mediante – serán ordenados el 19 de marzo de 2024 en nuestro Seminario. Oremos por ellos para que sean santos sacerdotes según el corazón de Jesús Buen Pastor y por el aumento de vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa.

Que la Santísima Virgen y San José, que supieron discernir el camino que Dios les marcaba en tiempos de crisis, y todos los santos, intercedan por nosotros para vivir en plenitud este tiempo cuaresmal.

Dios les bendiga.

 

Dado en la Sede Episcopal de Veracruz, Ver. el 23 de febrero de 2024.

+ CARLOS BRISEÑO ARCH, OAR.

Obispo de Veracruz