SAN SEBASTIÁN, MÁRTIR

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SAN SEBASTIÁN

 

Introducción.

La fecha de la predicación se desconoce, bien pudo ser a finales de 1600 e inicios de 1700, sin embargo, su importancia está, en que ofrece datos interesantes de la fiesta de San Sebastián en Veracruz, como la ubicación de su capilla y que cada año el 20 de enero se celebraba al Santo Patrono de la Ciudad de Veracruz, durante 9 días permanecía la imagen en la parroquia de la Asunción hoy catedral. Se iniciaba con una procesión cerca del mar, muy probablemente frente a lo que era el Convento de San Francisco (en la plaza de la Reforma), una vez reunidos ahí los fieles se dirigían hacia la capilla de San Sebastián que quedaba a las afueras de la ciudad, cerca de la ahora parroquia del Santo Cristo del Buen Viaje.

Durante los nueve días, por lo que se logra entender, asistía un predicador eximio de otro lugar, y al finalizar la fiesta era llevado nuevamente en procesión hasta su capilla. Durante el último día de la celebración los oficiales reales, que eran los representantes del rey, renovaban su juramento a San Sebastián, pues era su santo patrón, además de ser los encargados de realizar la fiesta en su honor.

La predicación, recorre no solo la historia de su vida y su martirio, milagros y la devoción al santo mártir, además de ser el santo para ahuyentar la peste y recuperar la salud, sobre todo en Veracruz, que tenía fama de insalubre.

Espero sirva esta transcripción como ayuda espiritual, para acrecentar su devoción a San Sebastián Patrono de la Ciudad y Puerto de Veracruz.

Transcripción:

Pbro. Lic. Ismael Villegas Narváez.

Sermón XV[1]

  1. Sebastián

Veracruz

Fiesta de oficiales Reales

Sn SS. Honorem et floríam

Ne scribam vanum, Duc pía Virgo María Dolorosa manum

Quia virus de illu exibat, et sanabat omnes. Lucas Cap. 6.

Sin ser universal beneficio no se puede llevar de todos el séquito, si el sol se lo lleva es por ser común benefactor de la humana naturaleza y por el incita martyr S. Sabastian es el santo del séquito, porque a todos los favores y a todos se comunican mil favores, de suerte que como San Pablo decía, de si que era todo para todos ómnibus Omnia factus, así de S. Sebastían puede la devoción aclamar que es el santo para todos, a el para todo de los santos ominibus Omnia: que por eso esta novísima Ciudad lo celebre con tanta devoción en este magnifico novenario, por que tienen todos experimentado su patrocinio y san tan continuados sus beneficios, Pero si por ser San Sebastián el Patrón contra la peste es el santo del sequito, de el  santo para todos, por eso todos lo celebran: porque todo el año está allá fuera, y solo viene estos días a recibir los cultos debidos a su beneficencia. Por eso mismo, porque como S. Sebastián por ser Patrón de la peste es el Santo del sequito a quien todos buscan, no ha de estar de mirar, sino fuera porque experimentado sus favores y viendo sus milagros todos lo sigan y busquen.

Aún con ser Cristo vida nuestra, desde su Encarnación Santa por su naturaleza, con todo no fue santo de sequito que estaba dentro de las Ciudades, sino que esta fuera en las orillas del mar de Galilea, como si estuviera a las orillas de la Veracruz, entonces si, dice San Lucas que fue Santo de tanto sequito que atropadas le seguían las turbas no le seguían antes y después se iban en paz de Cristo, nos dirá el evangelista: qui videbant signa, quae faciebant super his qui infirmabantur Jn. 6, 2. Era Cristo dice Juan, santo de sequito, todos le seguían, porque era el Patrón universal de la peste, que daba salud a los enfermos: pues que mucho que esta noble Ciudad salga a las orillas del mar, vaya a su capilla en pos de San Sebastián, y lo traiga y celebre con tanta devoción, si es el Santísimo sequito, porque es el santo patrono de la peste, sequebatur eum multitudo quia videbant signa (Lc. 6, 19); por esto en el evangelio de si la mayor excelencia de nuestro gloriosísimo patrón la cifra en ser el santo que va y viene, que entra y sale, virtus de ille exibat.

Una razón de San Lucas porque las turbas seguían a Cristo, et omnis turba quaerebat eum tangere y es, porque la virtud sanativa del señor era una virtud que no se estancaba en su magestad soberana, sino que era una virtud que salía quia virtus de illo exibat. Pues si Cristo en el evangelio es patrón de la peste porque su virtud es virtud que sale virtus de illo exibat, detenerme discurrir en el mismo evangelio que San Sebastián es Patrón de esta Ciudad para librarla de la peste, porque su virtud es virtud que sale, pues sale de su capilla y viene a esta iglesia (parroquia) y por eso es el santo del sequito omnis turba quaerebat eum tangere: quia virtus de illo exibat. A bien que María que es la Me (madre) de la salud hauries salutem, y por esto la Señora del sequito Beatam me dicent omenes generationes, si fue la virtud porque la virtud de su gracia sale de Me (Madre), en su patrocinio pues es el mar en que entran las perfecciones todas de la santidad y de donde salen las avenidas todas de la gracia. Ave María gratia plena Dominus tecum.

Quia virtus de illo exibat, et sanabat omnes. Lucas ubi supra.

Retirarse para salir y es esconderse para manifestarse con mayores gracias, si fue el primor de la omnipotencia Divina con su luz que admiro el sol: in manibus abscondis lucem fue también la gracia de nuestro martir S Sebastian. Oculto y escondido cristiano vivía en el Palacio del Emperador, pero como no se podía ocultar el fuego de su charidad y antorcha de su fe Quis enim celaverit ignem, lumine qui semper proditur ipse suo: Luego que temía vacilen en la fe los dos hermanos Marco y Marceliano, descubrió Sebastián la escondida luz de su fe, exhorto con eficacia a los dos hermanos, que estuvieran constantes en la fe, quienes fueron por delante a prevenir al cielo los triunfo de Sebastián; porque aunque para ayudar mejor a los cristianos se había ocultado, así que fue tiempo de sacar la cara por la fe de Dios, la luz Sebastián antes oculta salió a alumbrar a Marco y Marcelino, porque como desde entonces lo destinaba la providencia para de la dolencia; la virtud de Sebastián, no había de ser luz escondida en el celemín del disimulo: la neque accendunt lucernam et ponunt eam sub modio (Mt. 5, 15), sino virtud que sale y se coloca en el candelero de la iglesia para que todos participen sus influjos: sed super candelabrum ut luceat ominibus, qui indomo sunt (Mt. 5, 15). Por eso esta nuestro Patrón fuera de la Ciudad y si sale estos días de su capilla es para volverse a ir, porque como es el patrón de la su virtud ha de entrar y salir, pues S Sebastián sabe entrar y salir y es el santo de la virtud que sale a sanar las dolencias y curar a las enfermedades nos dice la letra de su evangelio, qui virtus de illo exibar et sanabat omnes.

A sanar las dolencias del mundo así del alma, como del cuerpo envió Cristo a sus discípulos dice S. Marcos 16, 18 super egros manus imponent, et bene habebunt y con ser necesario para convertir a un mundo entregado en tan malas costumbres, que les intimara el divino Señor que hicieran asiento en los Reynos, o que morasen despacio en las casas como se lo dice por S Lucas (10, 7): In eadem autem domo manete, vemos que no les dice que se detengan, sino que arreglen y trajinen todo el mundo, euntes in mundum Universum (Mc. 16, 15). Pues si los Apóstoles, han de convertir con su predicación al mundosi han de sanar con sus milagros al universo, porque no les dice que entren y se detengan monete, si no que traigan y caminen euntes, porque la virtud apostólica no es virtud que se detiene, si no que una virtud que siempre sale y como esta es la que Cristo quería en sus discípulos por eso quería que estuvieran siempre andando para que con el continuo movimiento de sus pasos su virtud fuere una virtud que salía: euntes in mundum Universum.

S Sebastián prodigioso patrón de las dolencias o virtud que siempre sale porque nunca se para en favorecer ni se detiene en amparar, pensaba el cruel Dioclesano que a Sebastián había muerto con el tirano tormento de las saetas que le había penetrado la impiedad de su inocente cuerpo, pero Dios milagrosamente le había conservado la vida: sano Sebastián de las heridas de las saetas y que los más tiernos y eficaces en sus suplicas le rogaban los cristianos que no saliese mientras cerraba la persecución. Veis aquí señores que sabiendo Sebastián que había de pasar por una calle Dioclesano sin que lo descubriese, tantas lagrimas, salió de su casa, afrontose con el tirano reprehendió su crueldad e idolatría y entonces muy enfurecido mando que a golpes y palos le quitasen a Sebastián la vida. Llama os pregunta mi devoción gloriosísimo Santo, ¿No hubiera sido, mas prudente acuerdo (pues dios después de tantas saetas os había conservado la vida) el ocultaros para fomentar la fe? ¿El esconderos para amparar a los cristianos? ¿Para que fue salirle al encuentro del emperador? ¿Para que dejar el retiro de la casa que piadosamente os escondía? ¿Para que? Para mostrar Sebastián que su santidad no es santidad escondida, ni su virtud, virtud que se ocultad, sino que sale y así salió al encuentro del tirano a buscar segunda vez el martirio que deseaba y por eso discurro lo que dice la historia de la vida de nuestro señor santo, que luego que animo a Marco y Marceliano para el martirio, una bellísima luz rodea y cerco a S. Sebastián porque si la luz es una creatura que todo se comunica, que siempre sale para ilustrar e iluminar, si la luz no se puede esconder, sea la luz la que rodee a nuestro Patrón, para mostrar con sus brillos que Sebastián es la luz que se difunde, porque es la virtud que sale quia virtus de illo exibat.

¿Mas ahora se ofrece una duda, y es porque sabía la Divina Providencia no quiso que Sebastián muriere con el tormento de las saetas que tan cruelmente atravesaron su sagrado cuerpo? Yo lo diré miren Señores, llegaban las saetas al cuerpo de Sebastián y como sus penetrantes heridas abrían el sagrado cuerpo de nuestro esclarecido Patrón, cada saeta abría una brecha para que saliera la virtud de Sebastián; salía de nuestro santo la virtud a la herida de la saeta como de sí, decía Cristo; sentito virtutem exiisse de me. Y como la virtud que sale de Sebastián, es la virtud que sale contra la peste y venenos de la muerte, luego que al golpe de la saeta salía la virtud huía la muerte, se retiraba la peste y se mitigaban los venenos. Pues aunque nuestro ínclito no murió asaeteado, sino apaleado, pintase asaeteado y adórnese lleno de saetas en sus estatuas, que aquellas saetas que hieren su sagrado cuerpo, son llaves que abren las puertas de su patrocinio, para que en la sangre que sale de sus heridas salga la virtud contra la peste, dolencia y muerte quia virtum de illo exibat, por eso es S. Sebastián en todo el mundo el celebrado Patrón contra la peste, porque su virtud es la virtud que sale porque santo que entra y sale, que viene y se va ese es el patrón de la peste, ese es la salud de las ciudades, la sanidad de las republicas: qui citud de illo exivat et sanabar omnes.

David hablando del Hijo del eterno Padre dice: que Dios envío al mundo al Divino Verbo para sanarlo de sus dolencias y comunicar a los hombres la salud misit verbum suum et sanavis eos (Sal. 106, 20). Aquí entra la duda: ¿Por que si David dijera que envió el Padre a su Verbo para que redimiese al mundo, satisficiese por el pecado y lo librase del cautiverio del Demonio: bien estaba su profecía y más hoy que no se ve en el mundo, una cosa que odios, torpezas y todo género de culpas? Pero para sanar el universo de las enfermedades del cuerpo et sanavit eos, no hallaba un ángel como el que venia a mover las aguas de la piscina de Bethesda? ¿No basta un profeta como Eliseo para sanar al Rey Naamán? ¿Por que pues el divino verbo, ha de ser quien como Patrón de la peste ha de saciar al mundo doliente? que lo diga el mismo Verbo cuando hablando de su Venida al mundo dijo estas singulares palabras: Exivi a Patre, et veni in mundum : iterum relinquo mundum, et vado ad Patrem (Jn. 16, 28). Salí dice Cristo de mi Padre y vine al mundo y otra vez dejo al mundo y vuelvo a mi Padre.

Pero si el divino Verbo no se aparato ni salió de su padre ¿Por que sin dejar de ser lo que era, encarnó para nuestro remedio como dice que salió: exivi a Patre? Ese es el misterio de ser el Verbo el patrón de la peste es Cristo el que como primario patrón nos da la salud y así vino a sanar nuestras dolencias missit verbum salum et sanavit eos, y por eso para ser Patrón contra la peste es virtud que sale, aunque no puede salir exivi a Patre. No deben señores de notar lo misterioso de las palabras de Cristo para el especial cotejo de las circunstancias de nuestro gloriosísimo Patrón S Sebastían. El verbo dice, que es virtud que sale por que salió de su Padre: exivi Patre y vino al mundo et veni in mundum y se volvió a su padre dejando al mundo et iterum relinquo mundum, et vado ad Patrem. Pues contemplad Señores aquella milagrosa estatua de S. Sebastián que patrocina a esta Ciudad y ser el patrón de la salud de la salud, salió hoy hace nueve días de su capilla exivi Patre, y habiéndose estado en esta iglesia et veni in mundum, se vuelve esta tarde otra vez a su capilla iterum relinquo mundum et vado ad Patrem, para mostrar que S. Sebastián es el Patrón de la peste y salud de este puerto porque es la virtud que sale que entra y vuelve a salir quia virtus de illo exibat, imitando así las excelencias del mismo Cristo Patrón de nuestra salud por ser la virtud que sale exivi a Patre.

Razón porque no ha sido contingencia, sino disposición divina el que la Capilla de S. Sebastían, esté cercana a la del Santo Cristo: porque como Cristo crucificado es aquella misteriosa serpiente de metal que erigió Moisés para la salud de los israelitas, quem cum aspicerent, sanabantur (Num. 21, 9), la virtud que sale del Santo Cristo no es otra que S Sebastían para salud a esta ciudad virtus de illo exibat, et sanabat omnes. Si no es, que digamos que está tan cerca la capilla de nuestro santo a la del Santo Cristo, para darnos el señor a entender que es tan poderoso el patrimonio de S. Sebastián y milagrosa su virtud, que en la Cruz de Cristo, no solo hace y ha de hacer los milagros que el Señor Crucificado, si no aún mayores prodigios que el mismo Cristo: y si no que lo diga el mismo Señor que lo ha hablado por san Juan decía: qui credit in me opera quae ego facio et ipse faciet et maiora horum faciet: el que creyere en mí, dice la eterna verdad, no solo hará los milagros que yo hago sino que también hará mayores prodigios que los míos.

Difícil sentencia, claman aquí los Santos Padres y sagrados intérpretes: pensemos ¿Cómo puede haber Santo, que haga mayores milagros que Cristo, o con qué poder los ha de hacer? Muy bien, dice S. Ambrosio con solo la señal de la cruz pueden hacer mayores milagros arripire crucis arma dice el Santo, his enim maiora policitus est, dum dixit, opera quæ ego facio, et ipse faciet, et majora horum faciet. De suerte, que con la cruz por ser imagen de Cristo crucificado se hacen mayores milagros que los del mismo Cristo. Bien: y en esta ciudad de la Veracruz, junto a que santo está la capilla de Cristo crucificado sino junto a nuestro admirable Patrón S. Sebastián. Luego ¿Por qué esta S. Sebastián junto a la imagen de Cristo crucificado? Es porque S. Sebastián tiene muy a la mano o de su mano las armas de la cruz arripire crucis arma para hacer en favor de este puerto, no solo los milagros que Cristo si no mayores prodigios con las armas de la Cruz et perficite talia.

Ya vi el primer milagro que hizo S. Sebastián, cuando empezó a publicar su fe y declarar que seguía la de Cristo qui credit in me, no lo hizo con otras armas que con la seña de la cruz. Seis años había que Loa la mujer de Nicostrato estaba muda, oyó Lia a Sebastián, pidióle el bautismo y antes de bautizarla hizo nuestro Santo la señal de la Cruz en la boca de la muda; al instante empezó a hablar y a engrandecer a Dios y a Sebastián, porque como nuestro Patrón había de ser la virtud que sale para hacer mayores milagros con las armas de la Cruz, por esa fe está  el instrumento de su primer milagro arripire crucis arma. Y quizás por eso, aquellas flechas o saetas están en el cuerpo de nuestro patrón no solo para abrir puertas a su virtud benéfica, sino porque simbolizan a Cristo crucificado en el arco de la Cruz posuit me quasi sagittam electam (Is. 49, 2).

Pues si vemos a S Sebastián, tan lleno de cruces que mucho este tan lleno de milagros, y que mucho que después de los antecedentes días en que con tanta devoción y tan superiores oradores han celebrado a nuestro esclarecido patrón, coronen hoy este octavario los Señores oficiales Reales Caballeros cruzados, aquel a cuya magnificencia pertenece esta fiesta, cruzado por la insignia de su nobleza y todos cruzados, porque las llaves que tienen de los reales tesoros son de Cruz, a mi por lo que a veces los hace padecer la envidia, como porque la cruz es la llave del cielo en comun sentir de los interpretes y las llaves de los Señores oficiales reales cuando se consagran como hoy a S Sebastian con tanta devoción y magnificencia son llaves de cruz para abrir con tan buenas obras las puertas del cielo.

Abrid, pues gloriossimo Martir, indito (ínclito) Patrón de esta ciudad, abrid con nuestro poder las puertas de todos los corazones para que salgan oh contagiosas pestes, en unos la de una rabiosa envidia, en otras la de una insaciable codicia, en otros la de un mortal odio, en otros y ojalá no fuera en las más, la de una inmunda torpeza, abrid digo las puertas de nuestro Patrocinio y cerrarlas a las enfermedades del alma y cuerpo. Y pues sois en el evangelio la virtud que sale qui virtus de illo exibat: salgan de nuestra virtud los favores para esta República, salgan para los que hoy os aplauden con tanta grandeza, salgan para que ya que todos hemos de salir de esta vida, salgamos en gracia para entrar en la gloria Ad quam nos perducat D. N. Jesus Cristus Filius Purissimae, Maria Virginis.

La SS. Trinidad asista en mi corazón y me saque con bien Amen.

In te Dolorosisima Virgo María, Filía Mater et Sponsa

Bmo. Francisco de Asís espero non confundar in aeternum Amen.

Jesús, María, Joseph, Joaquin y Anna Sean en mi corazón y me saquen con bien Amen.

Viva Señor y María SS. de los Dolores en mi corazon. Amen.

S.P.N Ignacio, ora pro me.

  1. Dominico Ora pro me.
  2. Gertrudis ora pro me.

Fidelium anima per misericordiam SS. Francisco de Asís requiescat in pace Amen.

Maria O nomen sub quo nemini desperandum venit.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Plan de la ville et fort de la Vera Crux / par le Sr. Des Marchais… Autor : Des Marchais, Renaud (16..-1728?). Datos de edición: 1705

[1] Colección de 40 sermones de santos predicados en México] [Manuscrito] Fecha de pub.: S.XVII-XVIII. Enlace: Biblioteca Digital Hispánica: http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000104675&page=1