FIESTA DE SANTA MÓNICA

Spread the love

Hoy estamos celebrando la fiesta de Santa Mónica.

27 de agosto del 2020

¿Quién es santa Mónica? Santa Mónica es la madre de san Agustín.

Pero, ¿por qué fue elevada a los altares santa Mónica?

Santa Mónica era una esposa y una madre que supo vivir su vocación, como esposa, como madre; no le tocó nada fácil, a veces se pueden quejar algunos maridos de sus esposas, esposas de sus maridos o de sus hijos.

Santa Mónica nos enseña que supo vivir su vocación, primero como esposa. Esposa de un hombre pagano. Seguramente la han de ver casado sus padres. Hombre que estaba tirado al vicio, hombre violento, sin embargo ella supo acompañarlo y poco a poco con su oración logró, antes de morir, a que él se convirtiera y se dejara bautizar.

De alguna manera santa Mónica muestra esa esperanza en medio de la desesperanza, ella vivió en la fe y cumplió con su vocación como esposa.

En cuanto a su hijo, también salió una fichita. San Agustín, fue un joven muy inquieto que anduvo del tingo al tango buscando siempre la verdad, pero Dios poco a poco lo fue conduciendo, gracias a las oraciones de su madre santa Mónica.

¿Qué nos muestra santa Mónica? Primero una fidelidad a la vocación.

Hoy se nos habla del siervo fiel y prudente que tiene que estar preparado a la llegada del amo. Todos nosotros tenemos una tarea, un trabajo, una vocación que realizar, unos como obispos, otros como sacerdotes, otros como religiosos, religiosas, como padres, como hijos, como trabajadores, etc.

Pero nos tenemos que preguntar, viendo a santa Mónica – ¿yo realmente vivo mi vocación a lo que Dios me ha llamado, la vivo desde Dios, me dejo iluminar por Dios, Dios es el centro que ilumina e irradia todo lo que hago, lo que digo, cómo me comporto, cómo me relaciono y sobre todo imito a los santos, en este caso a santa Mónica? –.

En ese buscar, más que juzgar a su esposo, a su hijo, buscar a Dios en la oración y pedirle por ellos.

A veces nos quejamos de los demás, pero yo pregunto, ¿oramos por aquellas personas de las que nos quejamos? A veces nos podemos quejar de los gobernantes, de las esposas, del padre, del Obispo, de quien sea, o del vecino, del compañero de trabajo, y nada más nos quedamos en el juicio. Pero santa Mónica nos invita a que demos un paso más.

Oremos por esas personas y pidámosle a Dios que las ilumine, y si los que estamos mal somos nosotros, pues también que nos ilumine a nosotros, para que sepamos empatizar con ellos y entenderlos y amarlos.

Recuerden que la conversión hace al otro, no se da cuando tenemos una confrontación, sino se da en el amor.

Cuando Dios se acerca a nosotros, nosotros percibimos su amor y es cuando nos desbaratamos. Así como cuando alguien nos muestra su amor, cuando nosotros contemplamos el amor que Dios nos da, pues la verdad no queda otro remedio más que amarlo, sería muy ingrato de nuestra parte, tendríamos un corazón de piedra si no lo amaramos después de que ha dado su vida por nosotros.

Hoy san Pablo nos dice, que todos hemos recibido muchos dones. Agradezcamos también, en la oración no solo pidamos por los demás, por nosotros mismos, sino agradezcamos todas esas cosas maravillosas que tenemos en nuestra vida y que Dios nos ha dado.

Pues que ya se murió fulano de tal, y que mi papá, mi mamá, mi hermano, bueno pues, démosle gracias a Dios por ese papá, esa mamá, ese hermano que ya no están, pero que Dios a través de ellos nos dio mucho. En fin, siempre hay un motivo para agradecer a Dios.

Y verdaderamente, cuando agradecemos a Dios, nuestra vida se va transformando, porque no nos centramos en lo negativo, sino tratamos de vivir lo positivo.

Bueno pues, ojalá que esta fiesta de santa Mónica nos impulse a vivir ese espíritu de oración por los demás, y aprender a dar gracias a Dios por todas las maravillas que hace en nosotros.

Que así sea.