AL VINO NUEVO ODRES NUEVOS

Spread the love

Evangelio de Lc. 5, 33-39

4 de septiembre del 2020

Queridos hermanos.

Hoy, se nos habla de esta parábola. <<Al vino nuevo odres nuevos>>

De alguna manera nosotros estamos viviendo una nueva realidad en nuestra vida, esta crisis ha traído novedades a nuestra vida. Como en la vida, ni todo es positivo, ni todo es negativo. Hay novedades que nos han llevado a cambiar y a estructurar de una forma distinta.

Por eso, más que juzgar o criticar a los demás, tenemos que discernir aquello qué es lo mejor en cada momento, tratar de pedirle a Dios. Y ese discernimiento no lo podemos hacer, como hemos visto toda esta semana, simplemente desde nuestro razonamiento, desde el espíritu del mundo, sino con la luz de Dios, desde el espíritu de Dios.

Tenemos que pedirle a Dios, que nos ilumine en cada momento, para que nosotros podamos hacer lo que es más correcto; tal paso en nuestra vida, en nuestras relaciones familiares, en el trabajo, en la administración de la casa, la administración de la Iglesia, en las circunstancias que nos rodean, en nuestras relaciones con los demás; el cómo me voy a relacionar con los demás, para no contagiar a una persona, cómo voy a cuidar a las personas que son mayores, cómo voy a poner los medios, por si alguien llega a mi casa.

Vamos a empezar a vivir esto que se llama la nueva normalidad.

<<Al vino nuevo odres nuevos>>

Es decir, no podemos actuar como si nada pasara, sino que empezar a actuar de una forma diferente, no es mejor ni peor, simplemente diferente, cuidándonos y cuidando a las personas que nos rodean, pero también tratando de seguir desarrollando nuestra vida.

Esto es un poco lo que necesitamos. Gracias a Dios que hay gente que, pueden estar guardadas porque tienen lo suficiente para no tener problemas y pueden administrarse; y hay personas que tienen que salir, porque tienen que trabajar, tienen que producir.

Por otra parte, se está dando mucho, por la frustración que vivimos, mucha agresividad, porque nos limitamos unos a otros, y eso a nadie nos gusta, limitarnos en muchas cosas, no solo en lo material, sino en tantas otras, pero bueno, esas limitaciones ofrezcámoslas a Dios, hagamos esa disciplina en cada uno de nosotros, pues para que podamos vivir estos nuevos tiempos con esa actitud nueva, pidiéndole al Señor que nos ilumine, para que podamos hacer lo que es más correcto en cada uno de nosotros.

<<Al vino nuevo odres nuevos>>

Que así sea.